jueves, 30 de julio de 2009

Una semana por Galicia y León












Este año las vacaciones van cayendo de semana en semana. La pasada estuve unos días en O Bollo, hermoso pueblo de Ourense, donde pude tomar contacto con la maravillosa naturaleza que le rodea. No hice muchas fotos porque iba en plan más bien turístico, invitado por unos amigos, y tampoco era cosa de agarrar el trípode y el telescopio y perderme por los alrededores, dejándo a la pareja y a mi mujer solos.
Pero pesar de todo tuve suerte ya que un familiar suyo, muy amante del monte, nos dió unos largos y productivos paseos, al caer la tarde, por los alrededores. En un par de días pudimos ver (y en algún caso fotografiar) nueve corzos, dos garduñas, un tejón, un chotacabras, un cárabo, etc. Los jabalíes se nos resistieron; por más que los buscamos en zonas donde él solía verles, no hubo suerte.
De camino a Madrid paré en la zona de la Valduerna, en León, y junto a mi colega de campo por antonomasia (Luis Suárez) pudimos hacer algunas cosillas (torcecuellos, pardillos en un aguadero, tórtolas, etc.).
De regreso a Madrid me sumergí otra vez en la ola de calor que, por el norte, me había dado un respiro. Ahora, a esperar otra semana, a mediados de agosto, por tierras cántabras. Ya os iré contando.

Una de las rapaces más fotogénicas





El día 16 de julio, por invitación de mis amigos de Objetivo Verde y de Juanjo Gómez, pude vivir una de las experiencias fotográficas más apasionantes de los últimos tiempos. Me desanimaba un poco el calor y los 200 kilómetros que tenía que hacer para llegar al lugar, pero mereció la pena, ¡ya lo creo que mereció la pena!
Compartí la experiencia con Rubén Rosales, relativamente novato en lo que a fotografía de la naturaleza se refiere, pero que obtuvo unos resultados estupendos.
El objetivo era el elanio azul, y el desafío era poder encuadrarle y enfocarle, cuando despegase de su posadero (un árbol seco precioso, pero que quedaba algo lejos, incluso para una distancia focal relativamente grande, como es un equipo de digiscoping; en mi caso, 1.200 mm). Cuando más cerca estaba, sus alas salían del encuadre, lo que provocó que en muchas de las fotos las alas estuvieran cortadas. Aquí os dejo las que mejor quedaron, para mi gusto...

martes, 7 de julio de 2009

VISITA A LA SIERRA DE ESPADÁN











A pesar del calor que se anunciaba Nacho y yo nos decidimos a mantener la cita prevista con nuestros amigos de Castellón. Suárez "no se atrevió" a venir pensando en las incomodidades que íbamos a pasar sin darse cuenta que, "el que quiere peces, tiene que mojarse el culo" como reza una joya de nuestro refranero. Miguel Vilar no pudo asistir a la cita por motivos familiares y quedamos con Paco Gómez Guinot en su pueblo: Ayódar. Preciosa zona que yo había visitado para visitar a Paco, hacía un par de veranos, con Vilar. Mucho arbolado, sobre todo masas de pino e interesante avifauna. Para la ocasión Paco nos tenía preparados una sorpresa: una pequeña charca que había dejado el río, llena de cangrejo americano y algún pececido, donde previamente había comprobado que acudía el martín pescador. Al menos el primer día, éste acudió puntualmente a su cita y nos deleitó con su colorida presencia. Pero incluso antes de llegar él, ya habíamos disfrutado de las correrías de tres visones que iban y venían atrapando y comiendo cangrejos. Desgraciadamente sin luz para disparar a f11, a través del photoadapter de mi telescopio. Por la tarde, en el mismo lugar una lavandera cascadeña también quiso que la retratásemos y así lo hicimos. En fin, un maravilloso fin de semana (con baño para relajarnos en una pozo natural del río que era una preciosidad) en el que además hay que señalar la hospitalidad con que Paco y toda su familia con acogieron, y que terminó con la desgustación de una extraordinaria paella cocinada por su suegra... ¡Así da gusto ir a ver a los amigos, por muy lejos que estén! ¡Gracias de nuevo Paco! Y en el punto negativo sólo sentimos no poder haber coincidido con Miguel Vilar, pero ya estamos preparando otra para muy pronto, jejeje.

JORNADA DE GANGAS Y ORTEGAS













El martes día 30 junio había quedado con mi amigo Ricardo en acercarnos a un lugar de La Mancha que él tiene controlado para tratar de fotografía algunas esteparias. Yo había visto previamente las fotos de gangas, ortegas y alcaraván bebiendo que me había enviado y se me habían pusto los ojos como platos. Antes de las 8 de la mañana ya estábamos colocados en el lugar adecuado y no tardó mucho en hacer acto de presencia, aúnque un poquito más lejos de lo que esperábamos, el alcaraván. Poco después comenzaron a llegar gangas, mezcladas con algúnas ortegas, pero se mantenían a una cierta distancia. Tuvo que pasar un tiempo para que, con desconfianza, se fueran acercando poco a poco al reguerito de agua donde teníamos puestas nuestras esperanzas. Y, por fín, llegaron. Hay que haber hecho muchas fotos de naturaleza y con especies muy emblemáticas y difíciles, para no ponerse nervioso cuando, a través del visor de la cámara, aprecias la belleza del plumaje de estas esquivas aves. Pero, una vez superada esa fase, lo importante era ir escogiendo adecuadamente los grupos y los sujetos concretos que querías fotografia o que te quedaban más "a bocajarro". Un macho de ortega por aquí; otro de ganga por allá; un grupito de gangas y en medio alguna ortega... en fin, difícil escoger adecuadamente. Muchas veces, cuando querías cambiar y enfocar a otro lado, ya se había ido. En fin, como descarga de adrenalina en sangre, lo adecuado... En un par de horas, porque la luz luego se pone muy dura y empieza a aparecer reberveración, habíamos terminado la faena; doloridos por la postura, cansandos de la tensión, pero contentos porque habíamos cumplido con creces las espectativas. Ahí os dejo algunas muestras.